Biblioteca Silenciosa

Esta aburrida, no se puede concentrar... en el salón de lectura de la Biblioteca Nacional todo es silencio, mueve la cabeza para llamar la atención del chico que le gusta, sólo se escucha el movimiento de su pelo.
Nada, el gil no se despega del suplemento deportivo, hoy es lunes... Ella, no se aguanta. Se para, hace ruido, con la esperanza de sentir el aliento en la nuca.
Baja se prende un pucho y se saca una foto...

Llega él, le explica, "River se va a la "B", es algo histórico, todos hablan de eso, no puedo pensar en otra cosa, sabe disculparme"

Ella ni lo mira, sigue como si nada, posa cual modelo en casting publicitario frente al automático del disparador de la digital.

Preocupado por la falta de comprensión, el atina a argumentar "Mi viejo solo me hablaba de futbol, mi familia se reunía todos los domingos al mediodía donde el fútbol estaba presente ya sea en forma de radio, tv, o de apuro por terminar los ravioles por que se llegaba tarde a la cancha.

Sin sacar la mirada del foco de la digital se escucha una voz sentenciante, firme, y al mismo tiempo con actuación de displicencia, que dice: "Madurá"

El reflexiona, "Madurar es no sufrir, para no sufrir es necesario evitar desilusionarme, para no desilusionarme debo bajar las expectativas, para bajar las expectativas me hago de Gimnasia"

Perdedor